martes, 28 de noviembre de 2006

Bailarinas, merceditas... y algo más.

Aprovechando el tirón navideño, me acerco hasta unos grandes almacenes para ir seleccionando mi lista de encargos, para tan entrañanables fiestas. Al pasar por la sección de zapatería, llamó mi atención como compartían, por falta de espacio, el mismo mostrador dos modelos de zapatos diametralmente opuestos: Unas delicadas bailarinas y unas toscas botas ars. He de confesar que sufrí al imaginar lo que toda chica padecería, al meter su delicado pie en semejante "invento". Pero pensé también, en como las tendencias de la moda van amoldando nuestra elegancia a los patrones establecidos por los gurús del textil. ! Cómo si la elegancia fuera un vestido que pudiéramos comprar y usar cuando la ocasión lo amerite ¡.

La elegancia comprende más que el vestir. Es el reflejo del orden y la armonía de nuestro interior. El refranero popular dice que los ojos son el reflejo del alma, de la elegancia algo similar podemos decir. Ella es también manifestación de nuestra elegancia interior. Ya que hablar de elegancia, es hablar de un cúmulo de virtudes que configuran la elegancia de una persona. Y esto se nota. Ella deja tras de sí, una suave estela que atrae y contagia a los que con ella se topan. Y como las buenas esencias, perdura tras largo tiempo.

domingo, 12 de noviembre de 2006

EFECTO MARIPOSA!!!


Estamos tocando ya el final de este año y es momento de revisar los armarios para purificarnos de todo aquello que ya no necesitamos. Al revisar mi Fondo de armario, el cual poco tiene de fondo, encuentro unos incipientes apuntes de economía que tratan de un complejo modelo económico, que basado en un laberinto de ecuaciones diferenciales y fórmulas con integrales compuestas, trataban de simular el más que impredecible comportamiento atmosférico o bursátil dado en un breve estado de tiempo. La definición que mis apolillados apuntes señalaban era algo así como que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema dinámico (el tiempo o la bolsa) pueden producir grandes variaciones en el comportamiento del sistema a largo plazo.

Lo que la maraña de letras y números querían explicar, el refranero popular lo sintetizó expresándolo diciendo que el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York. He de confesar que la primera parte de la teoría nunca la llegué a comprender, siempre me quedé con su versión poética, la cual me ha servido para aplicar esa misma teoría en la que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema dinámico (la vida) pueden producir grandes variaciones en el comportamiento del sistema a largo plazo. Ese sistema dinámico es la vida, y en el cual unas pequeñas variaciones como algo tan simple como la sonrisa, puede producir grandes y significativas variaciones en el comportamiento a largo plazo de las personas.

Y es verdad, desde que comienza el día hasta que lo finalizamos tenemos un sinfín de oportunidades, de producir una potentísimo aleteo transaformado en una sonrisa, que utilizando los mismo términos matemáticos posee un efecto multiplicador con los que nos rodean. Nuestra sonrisa puede repercutir en el sherpa del Himalaya.