Ausencia en la presencia es el título de este de post, ya que eso es lo que ha sido la vida de este blog en estos últimos meses. Un dejar de estar, estando. Y es el encabezado que quiero dedicar a todas aquellas personas, que estando siempre tras bambalinas, en segundo plano, hacen posible que la sinfonía de la vida, suene siempre con la armonía del gran director. Y recogiendo las palabras de un gran amigo, les digo, y me digo, a todos los que somos parte del atrezzo de la vida, que "Es una suerte poder trabajar en silencio y que nadie te de las gracias: así vas oyendo los aplausos del cielo."
Gracias D. Alberto