viernes, 27 de julio de 2007

FORBES

La riqueza de la vida


Cada año a estas alturas del verano, suelo consultar la edición digital de la revista Forbes, para ver si mi nombre aparece entre los mil millonarios del mundo. Por enésima vez consecutiva, no hay ni rastro del mismo, no aparezco ni en lo que sería la calderilla de dicha lista. No pasa nada, otra vez será. Lo único es que tendré que seguir comprando el cupón. Pero lo que si que me causa satisfacción, es que por primera vez en la historia, aparece en primer lugar un paisano mio: Carlos Slim. Carlos y yo, sólo nos parecemos en nuestra nacionalidad y en el respectivo número de ceros que engrosan nuestras respectivas cuentas corrientes. Los suyos a la derecha del primer dígito, los mios a la izquierda del mismo.

Unos dicen que el dinero da la felicidad, otros que no. Yo opino como Wittgenstein:
De lo que no se puede hablar, es mejor callarse. Mi cuenta así lo ratifica. Lo otro, habrá que preguntárselo al Sr. Slim. Pero de lo que estoy cierto, es que la felicidad la encontramos cada día, en las cosas sencillas. Sin obviar que en las complejas también se encuentre. Pero es en la cotidianidad del día a día, donde la felicidad está a la espera de toparse con nosotros.

Desde escribir un artículo, leer un buen libro, jugar con el agua, visitar a un enfermo, disfrutar del fútbol con los amigos y así hasta configurar una larga lista, que tal vez los protagonistas de Forbes no conozcan, no lo sé, pero que nosotros a ciencia cierta, cada día debemos engrosarla en nuestra particular cuenta corriente.

domingo, 22 de julio de 2007

Bucle etimológico



Con frecuencia para saber con precisión el significado y alcance de las palabras, recurrimos a la etimología de las mismas, para saber con exactitud su significado. Pero en este maremagnum literario, no es raro el que obviemos el significado etimológico del término etimología. Sin quererlo, dicho juego de palabras, nos hace caer en un interminable bucle etimológico.
La etimología es el estudio de la historia de las palabras. La palabra "etimología" viene del latín etymologia y ésta del griego ἐτυμολογία, un compuesto de ἔτυμος, étymos (‘verdadero’), y λόγος, logos (‘palabra’). Por tanto, significa ‘verdadera palabra. Pero yo diría más. Es el amor por las palabras. Es el amor que busca la raíz, el origen de cada término, para luego poder entender con precisión cada palabra. Un amor que conduce a la verdad. Sin obviar, que a la significación originaria, pueden sucederle diversos cambios por las diversas variaciones lingúísticas y semánticas del lenguaje.

Conducir a la verdad. A eso nos debe llevar el lenguaje. Nada más lejos de aquellas actitudes demagógicas que lo que buscan es conducir al pueblo, a las personas, por caminos que no llevan a la verdad, sino al interés particular. "Demagogia" del griego δημαγωγία. Es decir: el que conduce al pueblo. Si el pedagogo es aquel que conduce al niño, el que lo guía hacia el conocimiento, el demagogo es el que conduce al pueblo o las personas hacia SU verdad. Por lo tanto, nada más insultante a la democracia, que la demagogia. Lo que en un principio era bueno, en la actualidad ha alcanzado un cariz negativo, por querer instrumentalizar la realidad a tenor de interesés particulares. Por ejemplo, es demagógico que cierto tipo de actitudes se recriminen por la sociedad o por la autoridad, mientras que otras actitudes queden no sólo impunes, sino en el más profundo de los anonimatos.

Manifestaciones populares, anuncios publicitarios, sátiras religiosas, y un largo etcétera, que no hace más que alimentar a este terrible mosntruo, que fagocita todo lo que a su alrededor encuentra. Para vacunar dicha amenaza, nada mejor que remitirnos nuevamente al nombre afán de ser buscadores de las verdaderas palabras. Es decir, de aquellas que nos muestran el amor a la verdad.


jueves, 12 de julio de 2007

Más coco y menos GETA




La creatividad es la capacidad de producir respuestas originales a cualquier problema. Los profesionales del mundo de la publicidad, lo saben muy bien, pues ellos aprenden a vivir de sus ideas. Y quieren a su vez transmitirnos, un mensaje que nos identifique con aquello que publicitan. Mensaje que busca captar nuestra atención, es verdad, no para provocar una efímera respuesta, sino para hacer que el producto anunciado pase a ser un bien para mi. Como es un bien, con el cual me identifico plenamente, lo hago mío.

Por tanto, al desarrollar sus capacidades creativas, los publicistas deben saber por sus clases de deontologia profesional, que no todo vale en el mundo de la publicidad, con el pretexto de que lo importante es vender más y crear mayor expectación. No todo vale. Ni tampoco es valida la ya tan manida y poco creativa frase de lo que hicimos, fue sin ánimo de ofender a nadie. !Faltaba más¡ Hacer una campaña para ofender al posible consumidor.

Parte importante de la creatividad radica, no sólo en la originalidad de la idea, que importa y mucho, sino también en saber como expresarlo sin que nadie se vea ofendido, agredido y denigrado con dicho anuncio. Estamos hartos de que nos vean la cara de papanatas. No somos máquinas que enguillimos todo lo que nos dan. Tenemos inteligencia y gusto. Sabemos distinguir lo que tiene buen gusto de lo que no. Lo que es genial de lo que es mediocre. De lo que nos ensalza y de lo que nos envilece. Para ser creativo y gracioso, no hace falta caricaturizar ni ridiculizar creencias, razas, taras o defectos. Eso no es crear es destruir.

Señores publicistas ánimo que en España hay mucho talento creativo. Fresco, original y con chispa. Que la estela del ingenio con genio inunde las planas, vallas y pantallas de nuestra vida, para convertir los problemas reales en una agradable sonrisa. Y no hacer de lo agradable, una triste y burda instrumentalización.


NUNCA CAMINARAS SOLO

PRUEBA

martes, 3 de julio de 2007

AMERICA´S CUP


Campo de regatas en Xochimilco


He de reconocer que no soy un aficionado al mar, y mucho menos al mundo de la vela, pese a vivir en una ciudad portuaria. Sin embargo, he de admitir, sin afán soberbio, que soy un digno conocerdor del mundo deportivo en general, con un también más que respetable conocimiento geográfico, también en general. Digo esto último, porque dicho bagaje geográfico y deportivo, adquirido, como todo, a base de esfuerzo y euros, esta noche de un plumazo ha sido tirado a la borda con una lapidaria frase de mi madre, cuando yo entraba en casa, después de una agotadora jornada de trabajo.

"Oye Alberto: ¿cómo es que ganó el barco suizo, si en Suiza no hay mar?". Inmediatamente sabía a lo que se refería. !Trágame tierra! Sigo mi andar, como si dominara la situación y entro como de costumbre en mi habitación. Mi madre insiste en saber como es posible que el Alinghi suizo ganara este martes la séptima, y a la postre definitiva regata, defendiendo así con éxito, la posesión de la Copa del América de vela ante el desafiante Emirates Team New Zealand. Confiado y tranquilo reviso los almanaques del MARCA, pero... nada a la vista. Tranquilo de peores hemos salido. Entonces trato de recordar mis clases de geografía... donde me parece recordar que Suiza no tiene mar... entonces ¿cómo es posible? Calma absoluta, siempre nos quedará Google. Lo que no está en Google, no existe. Como buen profesional me remito a Google Earth, pero... efectivamente, ni en tres dimensiones se ve mar por ninguna parte.

La lógica me lleva a pensar que tal vez que los suizos han practicado en el Lago Lemán, en el Lago de Constanza, en el de Lugano o hasta en el de Zurich, acomodando las circunstancias a sus necesidades. Mar no tendrán, pero dinero... Al final reconozco, que ni juntando dichos lagos podrían salir de puerto con la citada embarcación. No doy más. Después de tanto dinero gastado en el MARCA y después de lo que invirtieron mis padres en mi educación académica (en un College suizo por cierto). Me rindo, reconozco mi ignorancia supina.

No me queda otra cosa que decirle a mi madre, para no desilusionarla, que esto es como las trajineras de Xochimilco, en México. Nada es lo que parece. Tal vez, las tripulaciones de ambas embarcaciones no se parezcan en demasía, el patrón del barco de unas y otras no tenga la misma intensidad competitiva, mientras la Estrella Damm es patrocinador del barco neozelandés, en México la coronita quien lo patrocina todo, eso sí, en lo que se parecen es en el puerto de regatas. El puerto de regatas de Valencia y México, es un constante bullir de gentes, las embarcaciones en Mexico no llevan nombres raros como el Alinghi suizo o el Emirates Team New Zealand, allí simplemente se llaman Lupita, Rosita o Chayito, pero también que reluchas que son. En Xochimilco lo que verdaderamente importa, no es la velocidad en nudos, ni las balizas que haya que sortear o el estado de la mar, lo importante es simplemente disfrutar. Con tus amigos, con tu familia, con los mariachis tocando de fondo y por supuesto con tequila y sal, en lugar de cualquier champán francés.

Por cierto, si alguien sabe como es posible que gane por segunda vez un equipo cuyo país no tiene mar, que me lo diga. Que me madre sigue muy intrigada.