Respeto

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En una de sus canciones Alejandro Sanz, dice que después de la tormenta siempre viene la calma y eso sucedió hoy. Si ayer recibí insultos por mi condición sacerdotal, hoy recibí un ticket regalo en unos grandes almacenes de la ciudad. Y es que hoy al revisar la lista de los libros más vendidos, se acercó una joven madre con su hijo para obsequiarme el ticket-regalo al que se hizo acredora después de comprar un determinado producto. Como ella no era de esta ciudad y no necesitaba nada, me vio, me habló y me lo regaló. Con este suceso me he propuesto visitrar con más frecuencia este establecimiento y la lista de los libros más vendidos.

Adjunto el decálogo que una aguerrida y querida bloguera (más no bloqueira) me ha hecho llegar. Sirvan estas letras, para agradecer virtualmente sus consejos y oraciones.

Sobre el uso del distintivo sacerdotal

2. Presencia de lo sobrenatural en el mundo.

Un policía, un guardián, no hace falta que actúe, detenga, ponga multas, etc. Su simple presencia influye en los demás: conforta, da seguridad, irrita o pone nervioso, según sean las intenciones y conducta de los ciudadanos. Un traje de cura siempre suscita algo en los que nos rodean. Despierta el sentido de lo sobrenatural. No hace falta predicar, ni siquiera abrir los labios. Al que está a bien con Dios le da ánimo, al que tiene enredada la conciencia le avisa, al que vive apartado de Dios le produce remordimiento y casi siempre “arremete” y pierde los papeles….

3. Es de gran utilidad para los fieles

El sacerdote lo es, no sólo cuando está en el templo administrando los sacramentos, sino las veinticuatro horas del día. El sacerdocio no es una profesión, con un horario marcado; es una vida, una entrega total y sin reservas a Dios.

4. Sirve para preservar de muchos peligros

Los modernistas quieren hacernos creer que el traje talar es un obstáculo para que el mensaje de Cristo entre en el mundo. Pero, al suprimirla, han desaparecido las credenciales y el mismo mensaje. Hay que reconocer que el traje talar fortalece la vocación y disminuye las ocasiones de pecar para el que lo viste y los que lo rodean.

5. Ayuda desinteresada a los demás

El pueblo cristiano ve en el sacerdote el hombre de Dios, que no busca su bien particular sino el de sus feligreses.

6. Impone la moderación en el vestir

La Iglesia preservó siempre a sus sacerdotes del vicio de aparentar más de lo que se es y de la ostentación dándoles un hábito sencillo en que no caben los lujos…

7. Ejemplo de obediencia al espíritu y legislación de la Iglesia

Como uno que comparte el Santo Sacerdocio de Cristo, el sacerdote debe ser ejemplo de la humildad, la obediencia y la abnegación del Salvador. Su traje le ayuda a practicar la pobreza, la humildad en el vestuario, la obediencia a la disciplina de la Iglesia y el desprecio a las cosas del mundo. Vistiendo la sotana, difícilmente se olvidará el sacerdote de su papel importante y su misión sagrada o confundirá su traje y su vida con la del mundo.