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Hoy lunes de Pascua en algunas partes se mantiene la sana costumbre de bendecir las casas. Hoy en la parroquia he bendecido un par de ellas. Una cifra que resulta anecdótica con las que bendije hace 4 años en el vecino Portugal. Recuerdo esa fecha con gratitud e hilaridad.
Recién ordenado diácono me llamaron del país luso, para ayudar al sacerdote a bendecir los hogares de su parroquia. Yo iba sin saber mucho lo que hacer, estaba recién ordenado, así que me dejé llevar. Recuerdo que me dió un pequeño ritual con la oración de bendición, y nos despedimos hasta la hora de la comida. Como yo desconocía las casas del pueblo los monaguillos asignados hicieron de lazarillos.
Yo cumplí a rejatabla lo establecido por el ritual. Saludar al llegar, bendecir el hogar y departir con los moradores. Hice a pie juntillas eso y: ¡ MENUDO PUNTAZO QUE COGÍ! Lo que no yo no sabía era que en cada casa, la familia ponía un algo para agradecer la presencia del díacono o sacerdote y de los demás vecinos del lugar. Así casa tras casa. A la quinta familia, yo ya no sé si primero departía, luego saludaba y al final bendecía. Tal vez, en este caso, el orden de los factores no altere el producto, pero recuerdo que fue la primera novatada como clérigo.
Al llegar la noche y volver a España, tuve que esperar un poco para rebajar los grados de octanaje. Obviamente, me invitaron al año siguiente y por supuesto que fui. Pero en esta ocasión advertido de las consecuencias, dije a los afables vecinos que estaba tomando antibióticos y no podía tomar nada, a no ser agua. Ellos, que se acordaban de mi presencia anterior, no dejaban de insistir, pero en esta ocasión no cedí a la tentación.
FELIZ bênção pascal
Recién ordenado diácono me llamaron del país luso, para ayudar al sacerdote a bendecir los hogares de su parroquia. Yo iba sin saber mucho lo que hacer, estaba recién ordenado, así que me dejé llevar. Recuerdo que me dió un pequeño ritual con la oración de bendición, y nos despedimos hasta la hora de la comida. Como yo desconocía las casas del pueblo los monaguillos asignados hicieron de lazarillos.
Yo cumplí a rejatabla lo establecido por el ritual. Saludar al llegar, bendecir el hogar y departir con los moradores. Hice a pie juntillas eso y: ¡ MENUDO PUNTAZO QUE COGÍ! Lo que no yo no sabía era que en cada casa, la familia ponía un algo para agradecer la presencia del díacono o sacerdote y de los demás vecinos del lugar. Así casa tras casa. A la quinta familia, yo ya no sé si primero departía, luego saludaba y al final bendecía. Tal vez, en este caso, el orden de los factores no altere el producto, pero recuerdo que fue la primera novatada como clérigo.
Al llegar la noche y volver a España, tuve que esperar un poco para rebajar los grados de octanaje. Obviamente, me invitaron al año siguiente y por supuesto que fui. Pero en esta ocasión advertido de las consecuencias, dije a los afables vecinos que estaba tomando antibióticos y no podía tomar nada, a no ser agua. Ellos, que se acordaban de mi presencia anterior, no dejaban de insistir, pero en esta ocasión no cedí a la tentación.
FELIZ bênção pascal
5 comentarios:
Y lo de los antibioticos era cierto? Porque despues de tanta bendición... Aunque tambien pudo sugerir que hay "coronitas sin alcohol".
Bueno, en serio, Felices Pascuas y que pueda seguir bendiciendonos muchos años mas...
QUÉ ATENTOS! A VECES PIENSO QUE TENEMOS MUCHO QUE APRENDER DE NUESTROS VECINOS ALLENDE "A RAIA". LO QUE ME RECUERDA QUE TENGO SIN BENDECIR MI HOME SWEET HOME. YA PEDIRE CITA.
Y YA PUESTOS REPITO: HAPPY EASTER!
JOYEUX NOEL/PAQUES!
CARMEN (en latín: Mariam a Monte Carmelo. olé)
jajajja me he reido mucho!!!
naircha
En fin, gracias por la anécdota... lo cierto es que no me puedeo imaginar como puede ser algo así... jejeje. Gracias.
Deus te abençoe!
Jajaja, buena anécdota. Saludos de toda la familia desde Morelia.
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