jueves, 19 de noviembre de 2009

Pange lingua



Es importante recordar que estamos en el Año Sacerdotal. Un año que fue inaugurado por Benedicto XVI, el 19 de junio (Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús) en Roma, con el deseo de contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso, y más incisivo, y a su vez avivar en todos los fieles, la solicitud por rezar por las vocaciones sacerdotales.

Dicho esto: ¡ Qué afortunado soy ! Toda la Iglesia está rezando por mí. Y yo: ¿Qué le estoy dando a la Iglesia?. Hombre, estoy escribiendo todos los días un post, que no es poco. Entre tecla y tecla, encomiendo a los lectores y a los no lectores también. Rezad para que no deje de escribir. Run Forrest, run! Vale, podría dar algo más... pero en tiempo de crisis ¿qué puedo dar? Una sonrisa. ¡ Cuántas puertas se abren con una sonrisa !

Y esa sonrisa ¿por qué? Por que me encanta lo que hago. Me encanta lo que soy. Sacerdos in aeternum. I'm lovin' it. No lo puedo ocultar. Eso si, lo que me estoy perdiendo, es el no saber darme cuenta de todas las gracias, que arrastro conmigo al altar. Y que decir de las incontables intenciones de personas que se me han quedado en el camino, de la sacristía al inmenso altar de mi parroquia. Y por supuesto, cuantas acciones de gracias que no han subido como incienso al Señor, por mi estrecha visión sobrenatural. Por todo eso y más. Perdón, Señor, perdón.

Pero no hay que ver para atrás, ni siquiera para tomar carrerilla. Así que prometo cada día que celebra la Santa Misa, poner todas esas peticiones e intenciones sobre la patena y que se vuelvan agradables a Dios, gracias a la ofrenda del mismo Cristo.

Me despido, que hay que ir a ver Cuéntame. Que en el capítulo de hoy, a Mercedes la invitan a una fiesta mexicana. Con lo que a mi me gusta el mariachi y el tequila. Y el tequila ¿cómo? Con limón y sal. ¡ Faltaba más !

Salud.

No hay comentarios: