A principios del s. XIX nace en Besanzón, el poeta y dramaturgo francés Víctor Hugo. De su prodigiosa pluma han salido incontables novelas y poemarios, de los cuales muchos de ellos son referentes de la literatura mundial. En uno de sus escritos, Víctor Hugo al hablar de la ilusión, hace una analogía de la misma con el volar de las aves: "El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene". Y es verdad, que sería de nuestra vida sin la chispa de la vida, sin el motor de la misma que es la ilusión.
Tan sólo dos siglos después de esta analogía, me parece ver que andamos algo escasos de ilusión. No sé si serán los efectos colaterales de la desaceleración económica, la falta de brotes verdes, o el riesgo de las hipotecas subprime, pero muchas personas, y para mayor inri muchos jóvenes, han eliminado esa palabra de su diccionario particular. Pero gracias a Dios, nunca estamos solos. Siempre nos quedará LA SEXTA. Esta cadena generalista, para subsanar esta deficiencia ha pensado en la creación de un nuevo reality. El nuevo experimento sociológico, perdón el nuevo programa se llamará "Generación ni - ni", o lo que es lo mismo y, en palabras de la propia cadena: "Generación ni-ni (ni estudian ni trabajan ni nada de nada) muestra a jóvenes intransigentes, impacientes, intolerantes, carentes de cualquier sentimiento de generosidad, de solidaridad o de gratitud. Chicos y chicas que desconocen los conceptos de sacrificio, honestidad, esfuerzo, responsabilidad, compromiso y superación". Tan original idea surge a raíz de un estudio demoledor que muestra que el 15% de los jóvenes españoles entre 16 y 24 años ni estudia ni trabaja, y el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años (es decir, más de la mitad de la juventud) dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado. Obviamente nada más iniciarse el casting las largas colas no se han hecho esperar.
La idea no resulta nada original, ni nada agradable. Por todo el trasfondo pedagógico y social que se le quiera dar. No obstante, los datos y la realidad que apreciamos día a día, si que nos tienen que llevar a pensar que es lo que estamos haciendo mal. ¿Por qué el futuro de la sociedad no quiere futuro, sino presente? Y además un presente gris. ¿Qué eslabón de la cadena se ha roto? No será acaso que hemos dado por perdida la batalla, y nos resulta más cómodo obviar la realidad, que poner freno e ilusión a este mal endémico. ¿Nos habremos contagiado nosotros también de ese letal virus que es la apatía (que nada tiene que ver con Hipatia)?
Posiblemente, la respuesta sea sí. Entre todos hemos contribuído en una u otra forma, para llegar hasta este punto. Hemos visto el problema, pongámosle solución. Aprender de los fallos y mirar sólo para delante, buscando horizontes de magnanimidad. O más fácil aún, siguiendo la ley del mínimo esfuerzo, invirtamos los términos. Cambiemos la "Generación ni - ni " por la "Generación in - in", es decir, la generación de aquellos que están enchufados, los que quieren jugar la aventura de la vida, aunque en ocasiones haya caídas y desilusiones, pero en la que siempre encontraremos motivos más que de sobra para querer transformar el mundo.
P.D. Saludos al Wyoming!!!
Tan sólo dos siglos después de esta analogía, me parece ver que andamos algo escasos de ilusión. No sé si serán los efectos colaterales de la desaceleración económica, la falta de brotes verdes, o el riesgo de las hipotecas subprime, pero muchas personas, y para mayor inri muchos jóvenes, han eliminado esa palabra de su diccionario particular. Pero gracias a Dios, nunca estamos solos. Siempre nos quedará LA SEXTA. Esta cadena generalista, para subsanar esta deficiencia ha pensado en la creación de un nuevo reality. El nuevo experimento sociológico, perdón el nuevo programa se llamará "Generación ni - ni", o lo que es lo mismo y, en palabras de la propia cadena: "Generación ni-ni (ni estudian ni trabajan ni nada de nada) muestra a jóvenes intransigentes, impacientes, intolerantes, carentes de cualquier sentimiento de generosidad, de solidaridad o de gratitud. Chicos y chicas que desconocen los conceptos de sacrificio, honestidad, esfuerzo, responsabilidad, compromiso y superación". Tan original idea surge a raíz de un estudio demoledor que muestra que el 15% de los jóvenes españoles entre 16 y 24 años ni estudia ni trabaja, y el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años (es decir, más de la mitad de la juventud) dice no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado. Obviamente nada más iniciarse el casting las largas colas no se han hecho esperar.
La idea no resulta nada original, ni nada agradable. Por todo el trasfondo pedagógico y social que se le quiera dar. No obstante, los datos y la realidad que apreciamos día a día, si que nos tienen que llevar a pensar que es lo que estamos haciendo mal. ¿Por qué el futuro de la sociedad no quiere futuro, sino presente? Y además un presente gris. ¿Qué eslabón de la cadena se ha roto? No será acaso que hemos dado por perdida la batalla, y nos resulta más cómodo obviar la realidad, que poner freno e ilusión a este mal endémico. ¿Nos habremos contagiado nosotros también de ese letal virus que es la apatía (que nada tiene que ver con Hipatia)?
Posiblemente, la respuesta sea sí. Entre todos hemos contribuído en una u otra forma, para llegar hasta este punto. Hemos visto el problema, pongámosle solución. Aprender de los fallos y mirar sólo para delante, buscando horizontes de magnanimidad. O más fácil aún, siguiendo la ley del mínimo esfuerzo, invirtamos los términos. Cambiemos la "Generación ni - ni " por la "Generación in - in", es decir, la generación de aquellos que están enchufados, los que quieren jugar la aventura de la vida, aunque en ocasiones haya caídas y desilusiones, pero en la que siempre encontraremos motivos más que de sobra para querer transformar el mundo.
P.D. Saludos al Wyoming!!!
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