lunes, 30 de noviembre de 2009

PENSAMIENTOS


193

Dice el refranero popular: "Bendito mes de noviembre, que comienza con Todos los Santos y termina con s. Andrés". Pues de bendito nada. Menuda forma de terminar el dichoso mes. Nada más abrir el correo veo que mi bandeja de entrada está atiborrada de mensajes. Pienso que son los comentarios a mis post, pero iluso de mi, son los amigos culés restregándome la victoria blaugrana. Pero eso no es todo, la libreta del banco está en numeros rojos, rojísimos, y unos amigos, estos si lo son y no los culés, marchan hoy al calorcito de Australia mientras aquí el frío llega sin avisar.

Ante estas drásticas situaciones no vale la pena lamentarse. Como dice Ricardo Arjona no hay que ponerle años a la vida, sino ponerle vida a los años. Así que ante este panorama sólo quedan dos cosas por hacer. Tomarte un Frenadol (a sabiendas de que la que hace de canguro será tu suegra) o leer a Hugo Wast. Me quedo con la segundo.

Hugo Wast político y periodista argentino. En su vocación de escritor fue simple y constante como su vida. Con su vocación nació y con ella moriría. Fué fiel a Dios, a su Patria y a su conciencia, esa armonía estuvo ligada a través de sesenta años de actuación, a una línea de conducta, así como creía, así pensaba y obraba. Vivía como sentía, sentía como escribía y escribía como obraba. Escribe ensayos, poesia, cuentos, novela y lo que se tercie. De él destaco unas cuantas líneas de un ensayo, el cual en días como hoy vuelvo a abrir y releer, para saber lo que soy.

EL SACERDOTE

Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.

Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.

Cuando se piensa todo esto

Uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.

Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.

HUGO WAST


1 comentario:

Anónimo dijo...

A VER:
1)ALGUNOS CULÉS SON ELEGANTES TANTO EN LAS VICTORIAS COMO EN LAS DERROTAS. CONSTE. NO OBSTANTE, NO ME RESISTO A RECORDARLE QUE MESSI ACABA DE SER GALARDONADO CON EL BALON DE ORO 2009.
2)NO PIERDA LA ESPERANZA DE QUE ALGUN DIA SU BUZON ESTÉ LLENO DE COMENTARIOS A SUS POST. CUESTIÓN DE FE.
3)ME LLAMA MUCHO LA ATENCIÓN QUE SE MENCIONE DE PASADA A RICARDO ARJONA, CANTAUTOR FANTÁSTICO, CON LETRAS GENIALES, QUE A LO MEJOR PASA UN POCO DESAPERCIBIDO A ESTE LADO DEL CHARCO. ELLOS SE LO PIERDEN.
4)ME DESCUBRIÓ UN NUEVO AUTOR TOTALMENTE DESCONOCIDO. TOMO NOTA.
5)AY! ESE VERANO AUSTRAL... SOME DAY, SOME DAY.
P.D. ENHORABUENA POR EL CERVANTES A JOSE E. PACHECO. ANDALE!