jueves, 3 de diciembre de 2009

Cada oveja busca a su pareja


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Esta mañana me costó de sobremanera levantarme (me preocupa se está volviendo habitual). Y no es que el fin de semana me dejará fatal, como canta Mecano, sino que el dichoso Malibú hizo estragos. Se me fue la mano, que le vamos hacer. Mea culpa. Hoy no sé si hoy podré brindar con mi amigo Javier que está de santo. Tomaré Aquarius y poco más. Desgraciadamente mi amigo no le tiene especial devoción a su santo patrono, bueno a él ni a ningún otro. Como sabéis Yo no me llamo Javier... pero a mi S. Francisco Javier es un santo al que le tengo un especial cariño y devoción.

Al leer su biografía me ayuda mucho el ver como el trato y la amistad con Íñigo de Loyola lo llevó a ampliar sus horizontes de vida. ¡ Qué importante es tener buenos amigos ! Dejaba los tesoros de la tierra, para alcanzar los tesoros del cielo. Ello gracias al testimonio de vida y al apasionamiento con que Íñigo le hablaba sobre Dios. Si cada oveja busca a su pareja, cada santo busca a otro santo. Por que la santidad es contagiosa. Lo bello, lo bueno y lo noble atraen. La santidad atrae. Son numerosos los casos de hombres y mujeres que movidos por el estilo de vida de otros han querido abrazar esa forma de vida. S. Juan Bosco y Sto. Domingo Savio, Sta. Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz, S. Alberto Magno y Sto. Tomás de Aquino, S. Ignacio de Loyola y S. Francisco Javier. Ellos admirando esa forma de vida quisieron imitarla. Embarcándose, como lo hizo s. Francisco Javier, en una apasionante aventura por vivir conforme al querer de Jesucristo. Y no sólo eso, sino eso que conocieron y vivieron a su vez trasmitirlo a lo demás. En el caso de S. Francisco Javier, el fuego del enamoramiento de Cristo lo llevó a prender el Oriente en llamas . La India y Japón serían las naciones a las que nuestro santo llevo la luz de Cristo.

Pues a eso estamos llamados todos. A ser luz para otros. Para que con nuestra forma de vida los que nos rodean puedan descubrir a Cristo. Si otros lo han hecho nosotros ¿Por qué no?.

Habrá que ponerse.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

pater!!!!!!!!
entre el tequila del otro día, el malibú de ayer y que se nos pega el plumas más de lo habitual (bienvenido al club) se nos está echando a perder, jeje.
echaré mano del refranero español; Dios los da y ellos se juntan (nunca mejor dicho); y es que quien tenga un amigo que tire de uno hacia arriba tiene un tesoro; excelente libro el de Oriente en llamas (desde esta palestra lo recomiendo a everybody).
p.d. para la resaca ni aquarius ni gaitas: zumo de tomate y café cargadito. hágame caso.

Anónimo dijo...

ah, se me olvidaba:
será que esperamos contar mañana con su crónica del "Cuéntame" de hoy? jeje.