La familia del Presidente
de Fernando Botero, 2009, 203'5 x 196'2 cm, óleo sobre lienzo
162
Por lo regular el fin de año conlleva un ritmo frenético. Lo noto en mis santos feligreses. Especialmente en aquellos que trabajan en grandes almacenes, hostelería y peluquería. Sin mencionar a los contables que tienen que hacer que cuandren las cuentas del año. Resulta heroíco los malabares que tienen que hacer para ir a misa, llegar al trabajo, hacer la compra, hacer un rato de oración y poner cara de no pasa nada, al llegar a casa con su familia. Los admiro por lo que hacen, por como lo hacen y por su físico.
Si, si digo lo del físico por que si yo hiciera todo eso con mis deberes en la iglesia no estaría como salgo en el cuadro (soy el de la derecha). Bueno así es como estoy ahora, pero cuando vuelva del Camino estaré como un pincel. Que tiemblen Clooney y compañía.
Por enésima vez, me propondré en el 2010 mirar el porvenir con una mirada de fe y una sonrisa en los labios. Y sobre todo ser dócil y menos indolente. Para así dejar que Dios modele el mármol de mi existencia. Dejar que el Artista Divino imprima su sello en mi vida. Y para ello, es necesario que vea que el cincel con el que trabaja Dios, cincela con paciencia infinita, esforzándose por convertir el mármol de mi existencia, en una obra digna de estar algún día en su presencia.
Bueno, pero mientras eso llega (y no sé si llegaré en condiciones ante el Señor) me voy que Loli me ha guardado vez en Jorge Rubín y hay que alistarse para el fin de año. Como el de la foto si, pero arreglado también.
Si, si digo lo del físico por que si yo hiciera todo eso con mis deberes en la iglesia no estaría como salgo en el cuadro (soy el de la derecha). Bueno así es como estoy ahora, pero cuando vuelva del Camino estaré como un pincel. Que tiemblen Clooney y compañía.
Por enésima vez, me propondré en el 2010 mirar el porvenir con una mirada de fe y una sonrisa en los labios. Y sobre todo ser dócil y menos indolente. Para así dejar que Dios modele el mármol de mi existencia. Dejar que el Artista Divino imprima su sello en mi vida. Y para ello, es necesario que vea que el cincel con el que trabaja Dios, cincela con paciencia infinita, esforzándose por convertir el mármol de mi existencia, en una obra digna de estar algún día en su presencia.
Bueno, pero mientras eso llega (y no sé si llegaré en condiciones ante el Señor) me voy que Loli me ha guardado vez en Jorge Rubín y hay que alistarse para el fin de año. Como el de la foto si, pero arreglado también.
3 comentarios:
AAAAAAH! menos mal que vas a Jorge Rubin (qué pijo; pregunta en G.Via por Luisa). Entre que el otro día hablabas de revolución y hoy titulas el post "Llongueras", te imaginarás lo primero que se me pudo pasar por la cabeza.
da igual, donde hay percha, hay percha.
Nada de malos pensamientos. En este cso no hay PLUMA. La única pluma que tengo es la BIC de toda la vida.
SALUDOS Y PIJO, PIJO... HOMBRE ALGO HAY.
C.........!
estimado pater: te puedo asegurar que eso no fue lo primero que se pasó por el coco (ni lo 2º ni lo 3º, de hecho no se me había ocurrido esa perspectiva); simplemente que había salido a flote tu vena radical/revolucionaria/antisistema (llámalo como quieras) puesto que Llongueras es un tanto radical en sus estilismos, a qué negarlo.
aprovechando tu english: I apologize for the misunderstanding.
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