jueves, 10 de diciembre de 2009

Workaholic


183

Ya sé que nada tiene que ver el protagonista de la foto con el título del post. Es más, es la antítesis del adicto al trabajo, pero la imagen durante unos instantes ha hecho, por lo menos, que pensara que otro mundo es posible. No sé si el mundo de mi compa mexicano es mejor al nuestro, pero por lo menos si que es más tranquilo.



En ocasiones pienso que somos como esos equipos informáticos multifunción: escanean, fotocopian, imprimen, mandan faxes y si te descuidas hacen la compra por ti. Algo parecido ocurre cuando trabajas en el ordenador y tienes 12 aplicaciones abiertas. En ambos casos en un principio todo es una gozada, pero... si una de estas aplicaciones falla, se cuelga el ordenador. Y hay que reiniciarlo. O si se fastidia la impresora, ya no funcionan las otras cosas, lo que hace que la multifunción, no sirva para nada. Y Lo que era un chollo, se vuelve un rollo. A veces me ocurre lo mismo. Pero desde que abro la parroquia, hasta que la cierro, hago de todo un poco, creyendo que el artífice de que todo funcione soy yo. Como Jun Palomo, yo me lo guiso, y yo me lo como. ¡ Ingenuo !

Y poco a poco, sin darme cuenta la espiral de activismo me atrapa, me succiona. Y tanta es su intensidad, que Dios desaparece, es decir, no rezo lo que debía, no trato al Señor, no le hablo a Dios de los hombres, para luego hablarle a los hombres de Dios. Todo ello, por pensar que hay prioridades antes de la oración. Hay que sacar cosas de encima. Que no son cosas: son sacramentos. Es predicar la Palabra de Dios, pero en medio de la vorágine todo se confunde.

Y claro, pasa lo que pasa. Sin oración, al principio se vive de la mentira, pero al final se vive de la farsa. Cuando me daré cuenta de que el éxito apostólico, resulta no tanto en la utilización de elaborados planes pastorales, sino como fruto de la oración y docilidad a la fecunda acción del Espíritu. El activismo, la herejía del activismo, puede ahogar sin darnos cuenta la acción de quien es alma y principio de comunión en la Iglesia: el Espíritu. Por ello, que bueno es hacer a lo largo del día, pequeños parones activos para ver : ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Por quién lo estoy haciendo? Seguro que si soy capaz de vivir esto, al final haré mejor las cosas y no terminaré quemao al final de la semana.

Me voy, que sigo en la parroquia y son ya las 22:05.



1 comentario:

Anónimo dijo...

TOUCHÉ!
Y ES QUE A ESTA VORÁGINE EN LA QUE ESTAMOS INMERSOS (TODO ES "FAST" ALGO) YA LE PUSO LETRA MI ADMIRADO MIGUEL BOSÉ
"En este mundo que va
como la luz del pensamiento
el merito esta
el no quedarme en el intento
y aunque no lo quiera que duda cabe ya
Este mundo va

Y A VECES, A MI ME PASA QUE:
No se si hacer
O mas bien deshacer
Hacerlo mal... o hacerlo bien
Hacer por hacer
Solo pa'deshacer
Lo que nunca se hacer
No se si hacer
O mas bien deshacer
( si ) Hacerlo mal... o hacerlo bien
Hacer por hacer
Solo pa'deshacer
Solo por deshacer
NUNCA HACER POR HACER

REIVINDICO ALGO QUE EMPIEZA A SER TENDENCIA: LO "SLOW" ALGO. INCLUYENDO ESOS PAROS TÉCNICOS QUE PROPONES.

AHORA BIEN, NI CALVO NI CON TRES PELUCAS: ENTIENDO QUE A TODOS LA VIDA NOS PUEDE, QUE YA SE HA PASADO DEL STRESS AL "SCUATRO", PERO TAMPOCO ES PLAN DE ESTAR MANO SOBRE MANO COMO TU COMPA DE LA PICTURE. NO OLVIDEMOS QUE(YA LO DECIA EL ANUNCIO)"O TE MUEVES O CADUCAS". PERO A MODIÑO.