Estramos al aire

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Escribo estas líneas desde la radio. La gripe A, ha dejado KO al ingeniero en sonido que controla la complicadísima consola de mezclas que tenemos en la emisora parroquial. Así que sin comerlo ni beberlo me ha tocado estar al frente de los controles de mando de este artilugio. ¡ QUIÉN DIJO MIEDO ! Ya conozca esta pecera. En numerosas ocasiones he chupado cámara en nuestra emisora, por que iba ahora a ponerme nerviso al otro lado del micro.

Tres, dos, uno... se enciende el pilotito rojo que, según yo, indica que estamos al aire... y es entonces cuando me doy cuenta de que no tengo ni... la más mínima idea de como va esto. Nuestra locutora me hace señas de todo tipo, parece una cheerleader*, indicándome que le marque la entrada pero no encuentro ningún boton que ponga start. Por fin encuentro un CD que pone inicio lo meto en la pletina y pongo la cabecera del programa. Bueno la pongo según yo, por que el programa inicia siempre con una obertura francesa de Bach, pero yo di paso a la obertura de Camela. Las llamadas a la emisora no tardaron en llegar. ¡ Fallos del directo !

Una vez solventado el problema, el programa transcurrió con normalidad, hasta que al poner la entradilla final, en lugar de poner el Himno de la Alegría de Beethoven salió el Chiki - Chiki que mola mogollón. Aquí no hubo llamadas, me imagino que por que en EUROVISIÓN no nos fue tan mal con él. Si pongo a Soraya me cierran la emisora.

Para que negarlo, ha sido un día duro. Y aún no termina. Mi estreno en los Mass - Media, ha sido patético. Iluso de mi. Mi madre lo sabe todo y obviamente se averguenza de lo sucedido. Me reprocha el master que mis padres pagaron en zaping. Tantas años cambiando de canal con el mando de la tele sin parar ¿Para qué? Lo repito ha sido duro, pero he perdido una batalla, pero no la guerra. Este adalid de las ondas, volverá como el turrón en Navidad.