martes, 22 de diciembre de 2009

Chierichetto


Kike con un chupito de más

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Una de las asignaturas que más me gustó durante los estudios en el Seminario, fue la liturgia. Lo cual no significa que en la actualidad la ejerza como deba ser. Y no por culpa del profesor, inmejorable D. Vicente, sino por que seguro las pifias que en la actualidad cometo, son por mi ausencia a algunas de dichas clases. D. Vicente (q.e.p.d.) durante las clases de Sagrada liturgia, supo transmitirnos con mano de hierro y guante de terciopelo, el amor a esta ciencia sagrada.

En ellas era común el remontarnos desde Vigo hasta la Ciudad Eterna. De ella D. Vicente nos recordaba sus años Conciliares, sus estudios en la Gregoriana y la admiración que sentía por esos bajitos Chierichetti que ayudaban en las celebraciones pontificales de S. Pedro. Bueno tenía una debilidad por ellos y por los monaguilos bávaros. Ambos se movían en puntillas por el presbiterio asignado. Eran una especie de batallón que con perfección se movián con una cadencia pasmosa de movimientos. Eso te llevaba a Dios. La belleza, la perfección y la rítmica en los movimientos sobre el altar te introduce en la celebración de lo sagrado.

Eso en Roma y Munich, pero en mi parroquia... los monaguillos forman también una legión, por el número, pero una legión algo desacompasada. Y no por ellos, sino por mi. Tengo que dedicarle más tiempo a la cantera de los Seminarios. ¡ Cuántas vocaciones al sacerdocio han surgido de esta guisa ! ¡ Cuánto bien hace la cercania al Señor, en torno al altar. ! Y aunque misteriosamente baje la cantidad del vino de misa, en la botella que celosamente cuida el sacristán. Cuántas vocaciones han salido de esos pequeños chupitos. ¡ Bendito chupitos !.

Los niños son como esponjas, y no lo digo por los chupitos, sino por que lo absorven todo. Lo bueno y lo malo. Por ello, que importante es que te vean celebrar con piedad, sin prisa, con una sonrisa en los labios y contando con ellos en la celebración. De esta manera con paciencia, con cariño y con la gracia de Dios, podemos hablar que en un futuro los discípulos se convertirán en maestros.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bendita inocencia,resulta agradable pensar que cada uno de ellos es una oportunidad para este mundo.Él lo sabía my bien cuando dijo "Dejad que los niños se acerquen a mí"

Anónimo dijo...

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010!