miércoles, 23 de diciembre de 2009

Natividad


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La experiencia, como bien dice el refrán, es un grado. Esto es un valor añadido. Así que después de los infructuosos intentos por saltar de la cama, nada más oir la sintonía de Camela, opté por cambiarla por la canción Human de los norteamericanos The Killers. A ver si de esta forma, yo como el Barça de Guardiola, al escucharla me motivo y me levanto sin miramientos nada más oir esa melodía.

Para ser sincero no me fue fácil el meter la melodía en mi móvil. Esto más que nada por mi falta de pericia la respecto. No se me dan muy bien los politonos. Pero después de batallar y gastar unos cuantos euros enviando algunos sms, lo conseguí. Por lo que esa noche me fui a la cama con una amplia sonrisa. Al día siguiente me levantaría raudo y veloz al escuchar la melodía del indie rock. ¡ Dicho y hecho !. Sonó el móvil y me levanté como un rayo. Es más, el tiempo que había dormido me había parecido poco. Pensaba "este Pep es la leche". Pero el móvil no dejaba de sonar, y según yo ya lo había silenciado. Pero seguía y seguía... así como las pilas duracell. Y es que no era la alarma era que me estaba entrando una llamada. Y no eran las 7:00 AM, sino las 2:20 de la madrugada. Me llamaban del hospital para administrar la unción de enfermos a un paciente.

Tengo que ser sincero, en ese momento me acordé de la madre de Guardiola, del chaval que me metió la melodía en el móvil y hasta de la telefonista del hospital. Pero el deber es el deber y como esto entra en la ajustada nómina, había que cumplir. No iba muy católico (eran las 2:35 AM y ya no estaban ni los de la basura en las calles) aunque eso sí, vestido con el traje sacerdotal y con los santos óleos. Llegué a la habitación señalada, pensando que la persona estaría ya inconsciente o agonizando y su familia cumpliendo con un mero trámite. Pero al ver al enfermo todo cambió. Fue como una inyección de morfina en vena.

La enferma de nombre Natividad sabía (era consciente) que con sus 104 años y su delicada situación, tal vez no llegaría a su 105 cumpleaños, el día 25 de este mes. Por eso pidió a sus hijos que visto que su vida se apagaba como se consume la cera de una vela, avisaran al sacerdote para recibir la santa unción. Natividad sabía muy bien que la lucha por la salud no agota el sentido de la Unción. Ella veía este sacramento no como garantía de un milagro, sino como fuente de esperanza. Con este hálito de vida y de fe, administre la santa unción a Natividad. Y marché a casa feliz por el deber hecho y transformado por el ejemplo de esa santa mujer.

Hoy víspera de Navidad, Natividad sigue en el hospital donde por prescripción médica, tendrá un menú especial con motivo de sus 105 años. Pues va a ser verdad la eficacia del sacramento y lo efectiva que es la canción del grupo de Las Vegas. Pep una vez más tenía razón: "Si perdéis hoy seréis los mejores, pero si ganáis hoy pasaréis a la historia".


2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen grupo. si bien tu fuerte no es cantar, veo que no tienes ningún mal gusto musical (coldplay, the killers, ricardo arjona,...)
te honra (sí, te honra, tú madridista de pro)hablar bien de vez en cuando de mi barça.
ahora en serio: ole pa´nati. verídico: el sacramento de la unción es fantástico, y creo que la gente desconoce el alcance (los beneficios) del mismo. palabrita!

Anónimo dijo...

que bonito, este post me ha encantado¡¡¡

naircha