domingo, 7 de febrero de 2010

Día del Señor



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¡ Qué poco dura la buena vida ! Con lo agustito que estaba yo ayer en el SPA y hoy vuelta al trabajo. Si ayer el texto evangélico fue una invitación al descanso, el de hoy... fue una invitación a la entrega total. Al seguimiento radical de Cristo. Como lo hicieron Isaías, Pablo, Pedro, Andrés, Juan, Santiago,... seguimiento radical. Me encanta el seguimiento, pero lo de radical, umm.

Recuerdo que hace más de 10 años me dieron para leer un libro titulado Don y misterio, donde Juan Pablo II, con motivo de sus 50º Aniversario como sacerdote, explicaba su vocación. El Santo Padre definía toda vocación como Don y misterio. Es decir, como un regalo que Dios hace al hombre y como una realidad que las palabras humanas no alcanzan a describir con total exactitud. Suelo tener una memoria polaroid, pero esa forma de definir la vocación nunca se me olvidará. Con tas pocas palabras, cuanto nos dice el Papa.

Hoy a través de los textos de la misa, ha sido un día para dar gracias a Dios. Por la vocación al sacerdocio, y por el pequeño de la catequesis que a la pregunta de quien quería de mayor ser sacerdote, él fue el único que alzó el brazo. Aunque ahora que lo pienso, tengo mis dudas, no sé si lo mantendría levantado de la pregunta anterior, en la que pregunté quien quería ser como Fernando Alonso. Obviamente todos levantaron la mano, y a la pregunta siguiente (ser sacerdote) todos la bajaron menos este valiente.

De lo que no hay duda es que hay futuro. Hay brotes verdes. El Espíritu Santo no cesa de trabajar. Así que para no estorbar demasiado al Paráclito lo dejo aquí que hay que ir a ver la Super Bowl.

P.D. Los que se dedican a apostar os adelanto que van a ganar los Santos de Nueva Orleans.







7 comentarios:

Anónimo dijo...

a por los brotes verdes pues!!!

Juan Luis dijo...

Tan humano y por eso... tan divino.
Definitively I´m all agreed with you!

Thank for your frankness!

Anónimo dijo...

DON y MISTERIO. La vida del sacerdote y... ¡cada vida! ¡Cómo lo aprendimos viendo vivir a Juan Pablo II! Que Él siga intercediendo por nosotros, ahora desde la casa del Padre, donde ya no hay limitaciones de tiempo ni de lugar...

Anónimo dijo...

IR MÁS ALLÁ DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO, SIEMPRE ES RADICAL.PERO SI HABLAMOS DE AMOR Y ENTREGA ENTONCES ES "LOCURA PURA Y DURA".LO MÁS COMPLICADO ES NO DEJAR QUE ESA LOCURA NOS CIEGUE

josealberto dijo...

Saludos PEQUEÑA HERMANA.
DONDE MORAS??

VISITO TU SITE EN BLOGGER PERO NO TE ENCUENTRO!!!

SALUDOS Y GRACIAS POR LOS ATINADOS COMENTARIOS.

Anónimo dijo...

Estoy muy cerca... ¡tan sólo un despacho al otro lado del pasillo!!!

josealberto dijo...

Umm Pequeña Hermana lo intuía. A veces tan cerca, y sin embargo en ocasiones tan lejos.

P.D. El cyber espacio adolece de buenas plumas. ¿Se atreve?