sábado, 6 de marzo de 2010

¡ Hagamos tres tiendas !


Aterrizaje real en la pequeña isla de St. Marteen, en el Caribe

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El domingo pasado escuchamos en el Evengalio la escena de la Transfiguración del Señor delante de Pedro, Santiago y Juan. Después de estos días de retiro comprendo las palabras de Pedro ante el espectáculo contemplado por sus ojos: "Señor, que bien se está aquí". ¡ Qué bien estamos en la cercanía de Cristo ! Yo como los apóstoles, tampoco quería bajar del Tabor, con lo bien que estaba en Betanzos, pero hay que bajar... y como cuesta.

Ahora hay que ponerse al día. Y no hay mucho tiempo, pero espero poco a poco contestar los e-mails, invitaciones pendientes de Facebook, responder a los sms y llamadas perdidas y por supuesto, poner al día los libros parroquiales.

Como no es bueno darse un atracón después de un prolongado tiempo de ayuno, lo dejo aquí. Mañana hablaremos de la exfoliación espiritual.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenido. Espero que la exfoliación haya tenido el efecto purificador y renovador deseado.

Manuel de Santiago dijo...

Hasta términos viejos que incorporas como novedad a la vida interior. Lo tuyo es de peícula.
¡Que dure! Y así será, pues a buen árbor te arrimas.
Siento no poder acompañaros en la comida de mañana en ese lugar tan querido para mi.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

efectivamente, cuanto más lo tratas, más te cuesta dejarlo. cuando hago mi visita diaria y el reloj me dice que ya son las 16:15 ¡uf! con lo a gustito que se está. y si en algún momento coincidimos me digo la suerte que tienes de poder quedarte a su vera.
carmen

Juan Luis dijo...

El cielo, el cielo... ahí sí que la cosa va a cambiar... como decía la gran santa... para siempre, para siempre!