lunes, 18 de enero de 2010

Make a Team


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Hace más de 10 años leí de una tacada uno de los primeros libros de Valdano. Sí, sí, leyó usted bien: Jorge Valdano. Aquel espigado delantero de la Quinta del Buitre y de la Argentina de Maradona en el Mundial del 86. El libro iba sobre liderazgo, pero yo me quedé con la empresa para la que trabajaba y trabaja: Make a Team.Me gusta este concepto para aplicarlo a la parroquia. Hacer equipo. Hacer parroquia. La unidad es fundamental en todo.

Hoy celebramos el funeral por el eterno descanso de Jaime. Un hombre que era un auténtico lider, eso no lo cuenta Valdano, pero lo atestiguo yo. Un hombre que con 88 años, los últimos 20 anclado a una silla, hacía parroquia. Era una delicia visitarlo cada semana al llevarle la comunión. Imposibilitado fisicamente, a través del televisor sabía la vida parroquial mejor que nadie. Lo preguntaba todo. Lo hacía por que sentía la parroquia como suya. él contribuyó en la primera reforma. El contribuyó en la última reforma. Le bastaba sólo oir la misa por la radio, para saber si el sacerdote que estaba celebrando estaba resfriado o mal de la garganta. A lo que inmediatamente llamaba a la sacristía, para enterarse de nuestra salud.

Sin conocer a los chavales de la catequesis, sabía decirme si habían faltado muchos a misa o no. Es más me chivaba de aquellos que andaban algo despistadillos en misa. A los que no les pasaba ni una era a los monaguillos. D. Jaime lo fue durante muchos años en su pueblo. No consentía tonterías en lo que Señor se refiere. Me recitaba día si y día también la misa en latín. Y sinceramente, no era capaz de contestarle. A su vez me comentaba sus peripecias para cambiar el libro al sacerdote, para recogerle el bonete y sus inicios con el vino de misa.

Era un hombre excepcional. Se recordaba de todos. Cada mes colaboraba con San Vicente de Paul. Y por supuesto, me preguntaba por los futuros seminaristas de la parroquia. Murió viendo lo que más quiso: la cruz que presidía la sala de TV. Una Cruz que abrazó de muy joven, para llevarla con aplomo y no soltarla jamás.

D. Jaime Galego
Descanse en paz


4 comentarios:

Juan Luis dijo...

1-2... En fin, sigo con lo mismo; la amistad es un tema muy serio. Y cuando la amistad es con el Señor... pues ocurre como en el caso que nos narras... cuantas personas no llegarán a los altares, pero sin embargo, ¡ocuparán los primeros puestos en el cielo!
Gracias, por el testimonio...

Alberto Portoles dijo...

Esos cristianos santos, que han sabido seguir al Señor, que han vivido con el deseo de Dios, son la Iglesia viva, silenciosa, enamorada. Y lo han sabido seguir también en la enfermedad, en el dolor y han visto en eso los "flagella Dei" que les han hecho crecer tanto. Y además han sabido permanecer en su sitio, porque sólo así se degusta a Dios. Me encomiendo a él

Anónimo dijo...

excelentes comentarios al post. nos hacen falta tantos testimonios como el de Jaime!
y como dijo nuestro vicario en su homilía de hoy: PRESENCIA DE DIOS. que no nos falte. sólo así se sobrellevan los reveses de la vida.
hacedme caso que lo sé por experiencia propia.

Juan Luis dijo...

Voy a hacer un oráculo...

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