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A escasas horas de quitarme las botas gorotex (cuya marca ha quedado impresa en la planta de mis pies) no sé si me duele más - a estas hora - el mover los dedos sobre el teclado del portatil, o en días pasados el volver a caminar tras hacer un breve alto en el Camino. Tengo los pies hechos polvo, parecen un bollo. Y mi cuerpo parece un guiñapo. Ha sido una experiencia extenuante. Pese a todo, hemos peregrinado CON ÉXITO hasta la tumba del Apóstol. La Compostela así lo demuestra.
Los chavales están frescos como rosas. Lo demuestra que ayer, Noche de Reyes, aprovecharon el bono de la Fiesta de Fin de Año, para festejar semejante hazaña. Esto si fue una experiencia de auténtica supervivencia y no lo que nos muestra el aventurero británico Bear Grylls en el programa de Cuatro El último superviviente. Pero si está tirado lo que hace. Con un staff a tu disposición cualquiera. Pero si se mete a nadar en las aguas del polar ártico y le ponen los de producción, una piscina climatizada. Seamos serios. En cambio mis pobres chavales aguantando de un tirón y sin quejarse: ampollas, rozaduras, uñas que se caen, hambre y sed. Sin contar el fortísimo vendaval y las torrenciales lluvias. Y por supuesto, comiendo frutos silvestres y una que otra naranja, por que el presupuesto no daba.
Bueno eso los chavales, pues yo comí de catering. Mariscada incluida. Un Camino de Santiago, sin mariscada no es Camino. Que la vida de un vicario es muy dura, somos pocos y tenemos que cuidarnos. Lo que sobraba en la mochila, lo mandaba de vuelta en SEUR y a dormir cada noche en el Parador más cercano. Bien es cierto, que podía vivir con los chavales "su" experiencia, pero en la vida alguien siempre tiene que hace el trabajo sucio y no quedó más remedio que sacrificarme.
Tal vez lo que haya hecho que los chavales hayan vuelto como nuevos, sea la misa celebrada en el Sepulcro del Apóstol Santiago. Ahí en la intimidad del sepulcro, en la cercanía del Amigo del Señor, Santiago, ellos y yo recobramos fuerzas con el Pan de los fuertes, para ser como el Apóstol luz de las gentes en medio del mundo.
P.D. Desde aquí gracias a los gerentes de los Paradores de Tui, Pontevedra y Santiago.
Los chavales están frescos como rosas. Lo demuestra que ayer, Noche de Reyes, aprovecharon el bono de la Fiesta de Fin de Año, para festejar semejante hazaña. Esto si fue una experiencia de auténtica supervivencia y no lo que nos muestra el aventurero británico Bear Grylls en el programa de Cuatro El último superviviente. Pero si está tirado lo que hace. Con un staff a tu disposición cualquiera. Pero si se mete a nadar en las aguas del polar ártico y le ponen los de producción, una piscina climatizada. Seamos serios. En cambio mis pobres chavales aguantando de un tirón y sin quejarse: ampollas, rozaduras, uñas que se caen, hambre y sed. Sin contar el fortísimo vendaval y las torrenciales lluvias. Y por supuesto, comiendo frutos silvestres y una que otra naranja, por que el presupuesto no daba.
Bueno eso los chavales, pues yo comí de catering. Mariscada incluida. Un Camino de Santiago, sin mariscada no es Camino. Que la vida de un vicario es muy dura, somos pocos y tenemos que cuidarnos. Lo que sobraba en la mochila, lo mandaba de vuelta en SEUR y a dormir cada noche en el Parador más cercano. Bien es cierto, que podía vivir con los chavales "su" experiencia, pero en la vida alguien siempre tiene que hace el trabajo sucio y no quedó más remedio que sacrificarme.
Tal vez lo que haya hecho que los chavales hayan vuelto como nuevos, sea la misa celebrada en el Sepulcro del Apóstol Santiago. Ahí en la intimidad del sepulcro, en la cercanía del Amigo del Señor, Santiago, ellos y yo recobramos fuerzas con el Pan de los fuertes, para ser como el Apóstol luz de las gentes en medio del mundo.
P.D. Desde aquí gracias a los gerentes de los Paradores de Tui, Pontevedra y Santiago.
2 comentarios:
OLE PA´VOSOTROS.
ENHORABUENA CHICOS!!!!!!!!!!
P.D. CÓMO NOS CUIDAMOS, EH? LO TUYO ES ESTOICISMO Y LO DEMÁS SON CUENTOS.
oye, que alegria lo de la misa en la cripta, y que morro, no puede cualquiera!!!
naircha
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